El encuentro proporciona un espacio abierto para dialogar e intercambiar opiniones entre estudiantes, profesorado, investigadores y artistas con un interés en las temáticas de arte contemporáneo y en los cambios sociales contemporáneos con un planteamiento multidisciplinario desde el derecho, economía, sociología, filosofía y arte.
Los ponentes del congreso son:
– Ruth Towse, profesora de Economía de las Industrias Creativas en el Centre for Intellectual Property Policy and Management (Universidad de Bournemouth) y miembro de CREATe en Economía Cultural (Universidad de Glasgow).
– Eva Moraga, licenciada en Derecho y en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho de la Unión Europea por la Universidad de Mont, Saint Aignan (Rouen, Francia).
– Pascal Gielen, profesor titular de Sociología del Arte y la Política en el Antwerp Research Institute for the Arts (Universidad de Amberes, Bélgica), donde dirige la Culture Commons Quest Office (CCQO).
– Manfred Max-Neef, Premio Nobel Alternativo de 1983, ex-rector de la Universidad Austral de Chile.
Situación del arte
Las industrias culturales y creativas (ICCs) conforman un auténtico sector productivo CCS (Creative and Cultural Sector), que ha sido reconocido como clave en Europa para el crecimiento económico, la innovación social y tecnológica, y la generación de empleo, y que es aceptado como tal por la ONU, la UNESCO y la Unión Europea. Sin embargo, un gran número de artistas se pregunta por qué la práctica profesional no les permite recibir a cambio una retribución regularizada por su trabajo. Su actividad y su vida están sometidas a altos grados de precariedad y existen numerosas razones para ello, lo que nos da pie a plantear un enfoque multidisciplinar y transversal para abordar el problema de la precariedad en el arte.
Se invita a reflexionar acerca de las condiciones que caracterizan las actividades profesionales relacionadas con la práctica artística y la vida de una gran cantidad de artistas contemporáneos, desde una visión multidisciplinar que explore las dimensiones económicas, sociológicas, psicológicas, legales, filosóficas y artísticas, asociadas a la noción de precariedad, en general, así como su estado en relación con los y las artistas y su actividad profesional, en particular.
Partimos de la convicción de que el arte crea innovación social, porque eleva el bienestar de la ciudadanía y genera conocimiento. La puesta en práctica del potencial crítico y reflexivo de lo artístico abre una vía para la toma de conciencia hacia la búsqueda de soluciones para mejorar la transferencia de ese conocimiento generado desde el arte a la sociedad. Si el arte es conocimiento, ha de abrirse a otros procesos constituyentes, en diálogo directo con las necesidades de la sociedad a la que finalmente va dirigido. Aspiramos a identificar modelos que tiendan puentes y creen redes entre los productores de arte y la ciudadanía, en un cambio de paradigma en el cual la producción artística se desprende de intermediarios que la validen.