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El sector primario sería moneda de cambio en el TTIP

XXX Jornadas Técnicas Agrícolas de Consumomar.

En caso de que el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) siguiera adelante como explicara Blanco, porque actualmente con la nueva administración estadounidense está parado, el sector agrario sería la moneda de cambio y se pondría en riesgo el modelo familiar europeo de trabajo en la agricultura que no podría hacer frente a las grandes empresas. Este tratado en palabras del sindicalista beneficiaría a Estados Unidos económicamente e iría en detrimento de Europa en los siguientes aspectos:

– A nivel económico, dado que los norteamericanos doblarían las exportaciones europeas (104% EEUU frente al 56% UE).

– A nivel sanitario porque del otro lado del Atlántico los límites de ciertas sustancias tóxicas usadas en productos agroalimentarios son más altos, como si el estómago de los consumidores estadounidenses fuera más tolerante, decía Blanco.

– El uso de transgénicos quedaría justificado puesto que es una práctica dada en EEUU, además en las etiquetas de estos productos no se especificaría que están modificados genéticamente porque los norteamericanos consideran que quedarían marginados.

– La carne y leche hormonada procedente del otro lado del charco también traspasaría nuestras fronteras.

Respecto al Brexit, decía el ponente sindicalista que había que considerar la importancia de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, para España supondría una pérdida de 3600 millones anuales y una reducción del 12% del presupuesto comunitario. La bajada del presupuesto afectaría directamente a la política agraria común y a los fondos operativos. Aunque no se sabe qué pasará cuando el Brexit sea definitivo Blanco decía que lo más razonable sería poder llegar a acuerdos como con otros países que no son de la UE y son mercados potenciales, es el caso de Suiza y Noruega.

Un punto aplaudido (por los asistentes a las 30º Jornadas Técnicas Agrícolas de la cooperativa Consumomar) y que los agricultores demandan desde hace años es fijar los precios de origen en función al coste de producción que como dijera Blanco no afectaría al precio final, al consumidor. Así se evitarían atropellos como el de la campaña de 2015 cuando se pagaron los tomates en origen a 10 céntimos y el gobierno no aplicó ninguna medida, sin embargo con la actual subida de precios de los productos hortofrutícolas debido a las inclemencias del tiempo que han provocado mermas en la producción la ministra de agricultura dijo que se plantean tomar medidas.

Por ley en la Unión Europea existe preferencia a los productos de los países miembro sin embargo los acuerdos comerciales con Marruecos perjudican a la agricultura almeriense y “orillan” a cultivos propios de la zona del levante, como al tomate, Blanco se mostraba preocupado porque la bajada de los precios en origen puede llevar a la desaparición de este cultivo como pasara con la judía verde.

Desde COAG aconsejaban la contractualización, que mediaran contratos porque aunque no garantizan el precio hacen transparentes los mercados, asociarse en cooperativas para ser más fuertes frente a las grandes empresas y poder conservar el modelo de trabajo familiar que se da en la agricultura de la zona del levante.

Ante la nueva PAC los retos del sindicato son exigir políticas de prevención de crisis, comisiones de transparencia y observatorios de mercado.

El coordinador general de COAG se muestra optimista ante el futuro de la agricultura por el crecimiento poblacional y porque “tenemos la buena costumbre de comer”.

Durante la ronda de preguntas uno de los agricultores comentaba que sería bueno especializar la agricultura, que hubiese centros de formación, que por suerte en Vícar hay uno como explicara el alcalde del municipio, Antonio Bonilla.

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