Stephen Hawking, uno de los científicos más célebres del siglo XX y XXI, predijo dos semanas antes de su muerte el fin del mundo en un artículo bajo el nombre de A Smooth Exit from Eternal Inflation (Una salida serena a la inflación cósmica en castellano). El escrito cuenta con la participación de su compañero Thomas Hertog.
En el documento plantea la existencia de otros universos paralelos a la que se podría llegar a partir de sondas. Estos formarían parte de un multiverso creado tras el Big Bang.
Hertog lamentaba ante los medios, con la presentación de la tesis sobre el fin del mundo, que nunca se le concedió el premio Nobel de Física. En el periódico The Sunday Times expresaba que, a pesar de estar muchas veces nominado, nunca lo ganó aunque se lo merecía. “Ahora no podrá hacerlo”, decía.
Según la pareja de científicos, el fin del mundo llegará con la oscuridad que se producirá con la muerte de todas las estrellas del Universo en varios billones de años, aunque duda que la especie humana pueda verlo porque, según Hawking, acabaremos entre nosotros con diversas guerras nucleares.
Stephen Hawking moría el pasado 13 de febrero a los 76 años con una muerte “plácida”, según sus tres hijos. Lo hacía rodeado de su familia en su residencia de Cambridge, Reino Unido.