Masao Miyashita , médico de la Escuela de Medicina de Nippon, estudia la detección del cáncer gracias a la ayuda de perros entrenados.
En Mogami, una región al noreste de Japón que tiene una de las tasas más altas de mortalidad por cáncer en el país es donde se ha probado el nuevo método.
Se ha descubierto que la orina de las personas con cáncer huele diferente a la de una persona sana. El método consiste en utilizar a perros con habilidades olfativas altas como los labradores Retrievers, para controlar la orina de las personas e identificar el cáncer en una etapa temprana.
Las personas que se someten al método de detección canina envían una muestra de orina. Una parte se envía al hospital Hokuso de la Escuela de Medicina en Chiba y el resto a un centro de entrenamiento privado para perros detectores de cáncer, allí es sometida a la prueba donde los perros olfatean la orina.
Los resultados se obtienen y se envían al paciente en aproximadamente tres meses.
Según ha dicho Miyashita, los perros detectores de cáncer demostraron un 97,7% de precisión al distinguir una caja en la que se colocó la muestra de un paciente con cáncer de otras cuatro cajas con muestras de pacientes que no están afectadas por la enfermedad.
Además de la orina los perros entrenados pueden, a través del olfato, detectar las diferencias en la respiración para percibir pacientes con cáncer.