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60º Aniversario del vuelo espacial de la perrita cosmonauta Laika

Laika, 60º Aniversario de su vuelo espacial

Según se ha sabido recientemente, en archivos desclasificados a partir del 2002, la perrita Laika murió entre 5 y 7 horas después del lanzamiento. En la carrera espacial con los Estados Unidos, la antigua Unión Soviética lanzaba prototipos de naves espaciales que pudieran ser tripuladas. Un animal serviría para conocer los efectos que la estratosfera pudiera tener en los futuros astronautas. Laika recibió entrenamiento y sus cuidadores la cogieron cariño pronto. El animal sirvió a la Ciencia, pero su sacrificio, irónicamente, hoy habría sido condenado de forma virulenta en las redes sociales.

Un mes después del lanzamiento de la primera nave espacial, el Sputnik 1, el líder soviético, Nikita Jruschev, expresó su deseo de conmemorar el 40 aniversario de la Revolución de Octubre (1917) con la puesta en órbita del primer cohete tripulado. El año se acababa, estábamos en noviembre de 1957 y los soviéticos tenían prisa por poner en órbita una nave tripulada. Es cuando se piensa en Laika, una pequeña perra reclutada en las calles de Moscú y que recibió durante varios años entrenamiento como posible candidata para viajar al espacio.

Laika había sido seleccionada entre centenares de otros perros porque cumplía con los requisitos físicos : menos de 6 kilos y 35 centímetros de altura. También se tuvo en cuenta su increíble resistencia. Un animal acostumbrado a sobrevivir en situaciones difíciles, eso pensaron los científicos rusos, que un perro de la calle acostumbrado a luchar diariamente por la supervivencia soportaría mejor los entrenamientos que un perro de raza. El animal superó con nota los mismos exámenes y pruebas que luego se aplicarían a los humanos aspirantes a astronautas.

[Sumario]

Las prisas de Jruschev por ganar la carrera espacial, obligó al padre de la cosmonáutica soviética, Serguéi Koroliov, a idear sobre la marcha una cápsula espacial sin módulo de retorno. La suerte de Laika estaba echada, la perra nunca regresaría a la Tierra y sacrificaría su vida para demostrar la resistencia de los seres vivos a los condiciones de ingravidez.

La perra, cuyos signos vitales fueron relativamente normales durante el ascenso y la entrada en órbita, únicamente sobrevivió durante 5-7 horas. La Agencia Nacional de Noticias Soviéticas, TASS, hizo oficial una versión dulce de la historia, pero falsa a todas luces como ahora se comprueba. Se dijo que la perrita regresaría en paracaídas, pero anunciaron que no llegó a usarlo pues murió tras estar más de una semana en órbita. Uno de los mitos del siglo XX comenzaba con una pequeña mentira.

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