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Las personas que viven cerca de espacios verdes tienen menos riesgo de síndrome metabólico

l síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que se presentan al mismo tiempo y que incluye obesidad, hipertensión, niveles altos de azúcar en sangre y niveles anormales de grasa | Pixabay

Las personas mayores y de mediana edad que residen en barrios con más zonas verdes tienen menos riesgo de síndrome metabólico que el resto. Esta es la conclusión principal de un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”, que añade así evidencia científica a los beneficios de los espacios naturales para la salud.

El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que se presentan al mismo tiempo y que incluye obesidad, hipertensión, niveles altos de azúcar en sangre y niveles anormales de grasa. Se trata de un factor de riesgo importante para las enfermedades no transmisibles (ENT), como ataques cardíacos, diabetes o ictus.

Aunque diversos estudios habían analizado la asociación entre la exposición a los espacios verdes y algunos componentes individuales del síndrome metabólico, es ahora cuando, por primera vez, un equipo de ISGlobal se propuso examinarlo en su conjunto y a largo plazo.

El estudio longitudinal, publicado en la revista Environmental Pollution, se basó en datos de más de 6 personas – de entre 45 y 69 años al inicio del estudio– de la cohorte Whitehall II del Reino Unido, a las que se realizó cuatro seguimientos a lo largo de un periodo de 14 años (1997- 2013) que incluyeron diversas pruebas, como análisis de sangre y medición de la presión arterial y el perímetro de la cintura. La vegetación en torno al domicilio se estimó a partir de imágenes vía satélite.

Las conclusiones reflejan que la exposición a largo plazo a los espacios verdes puede desempeñar un papel en la prevención del síndrome metabólico, incluyendo también cada componente individual por separado, como un perímetro grande de cintura, niveles altos de grasa en sangre o hipertensión.

En lo que respecta a los mecanismos que explican esta relación, Carmen de Keijzer, primera autora del estudio e investigadora de ISGlobal, explica mediante una nota de prensa: “Podría estar mediada por las oportunidades que ofrecen los espacios verdes para realizar actividad física, así como la mitigación de la exposición a la contaminación del aire”.

Cabe destacar que se observó una asociación más fuerte entre las mujeres, en comparación con los hombres. “Ellas, en general, pasan más tiempo en el entorno residencial, lo que podría explicar esta diferencia de género”, argumenta la experta.

Por su parte, Payam Dadvand, investigador de ISGlobal y último autor del artículo, manifiesta:  “El estudio encontró más beneficios para la salud en el caso de los espacios verdes que contaban con más cobertura de árboles, lo que proporciona una base para futuras investigaciones para identificar las características de la vegetación que influyen positivamente en nuestra salud”.

Para concluir, agrega: “Los espacios verdes podrían ayudar a reducir la carga de las enfermedades no transmisibles, una de las principales prioridades actuales en salud pública. Necesitamos ciudades más verdes y, por tanto, ciudades más saludables”, afirma Dadvand.

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