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Enfado: comportamiento, beneficios y género

Avances científicos sobre ira y enfado.

En el mismo momento en el que nos sentimos enfadados o furiosos, no llegamos a ciertas conclusiones, pero, si lo pensamos detenidamente tras haber apreciado dicha ira, nos surgen numerosas dudas: ¿Por qué nos sentimos enfadados? ¿Cuál es el propósito de dicho sentimiento? ¿Afecta a nuestro bienestar? Científicos a nivel internacional investigan las respuestas a estas preguntas.

El enfado o ira es una de las sensaciones más antiguas del cerebro humano, y se produce cuando algo que teníamos planeado, pensado o estipulado se cambia en un espacio corto de tiempo. Según científicos, es el arma que tiene nuestro cerebro para avisarlo de que algo no va como lo establecido y debemos luchar por cambiarlo, como la aparición de un enemigo, competir en situaciones comprometidas o imponer normas sociales. En los últmos tiempos, científicos a nivel internacional han investigado cómo el enfado cambia nuestra forma de pensar, si tiene beneficios y si el género masculino es más propenso al enfado que el femenino.

Al sentirnos furiosos, la forma de pensar puede variar. Diversos estudios an comprobado que el ser humano se vuelve más impulsivo y no reflexiona sobre las consecuencias que puede llevar tomar una decisión en un momento de ira. Además, enfadados, tendemos a pensar de manera negativa y a culpar el hecho del enfado en alguna otra persona.

A pesar de dicha negatividad, en 2010, un grupo de científicos holandeses demostraron que el enfado y la ira motiva a los sujetos que la sufren a seguir adelante y lograr sus objetivos. De igual manera, la psicóloga estadounidense Larissa Tiedens afirmó tras una investigación que las personas con un estatus social alto y con expectativas salariales altas se describian a ellas mismas como tendientes al enfado y a la ira que otras que no cumplian dicha situación social o salarial, y mostrar enfado en una negociación también ha resultado ser una señal de éxito.

Esta tendencia al enfado siempre ha sido más vinculada al lado masculino que al femenino. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad del sureste del estado de Missouri confirmaron que los hombres y las mujeres sienten el mismo estado de ira ante las mismas situaciones, pero a la hora de controlar la agresividad sí que el lado femenino la domina mejor. Ruben and Raquel Gur, matrimonio de un equipo de científicos de la Universidad de Pennsylvania, demostró que dicho control se debe a la estructura biológica del cerebro, pues una segunda región de la amígdala, el cortex frontal, en tamaño es mayor en el cerebro femenino que en el masculino.

 

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