Lo ha dicho alto y claro: “en Roma pongo las máquinas tragaperras que quiera y donde quiera”. Él, es Salvatore Nicitra, “il re di Roma Nord, ex della Banda della Magliana”. Sí, El Rey de la zona norte de Roma, también conocido por Sergio el Ingeniero y el Jefe de la Pensión de Invalidez que, a sus 77 años, reside en la cárcel, desde junio de 2018, tras más de 30 años de seguirle, investigarle, acusarle y condenarle a 13, por narcotráfico de cocaína, juego ilegal, blanqueo de capitales y sospecha de 5 asesinatos de rivales. Hasta hace 18 meses, El Rey, eludió las rejas de su acomodada celda, amparado en problemas físicos y mentales que le impedían alojarse en la trena. Ahora, en el enésimo capítulo de todo un abanico de sumarios, los Carabinieri han echado el guante a 36 sospechosos de pertenecer a la mafia del juego, la extorsión, el lavado de capitales, la falsedad documental y otra media docena de delitos vinculados a esas prácticas. En España, concretamente agentes de Guardia Civil, han detenido a 2, por lo que son 38 los engrilletados; éstos se ocultaban en Gran Canaria y Fuerteventura, donde la organización internacional tiene importantes inversiones en la industria turística; una perfecta lavadora, como ya demostró John Palmer hace años (él prefirió Tenerife sur).
Clanes unidos, clanes fieles
Más de dos años de pesquisas cierran estas nuevas diligencias, desarrolladas en la madrugada del 11 de este febrero, en las provincias de Roma de Viterbo, Terni, Padua, Lecce; y en Gran Canaria, Fuerteventura y Austria (de este último país no se ha informado). De los 38, posibles integrantes del clan de Salvatore Nicitra, hay 6 de la banda de Palma di Montechiaro, incluido un octogenario; los 6 son: Francesco Inguanta, alias Zi Frank, de 55 años (padre de Rosario e hijo de Francesco Inguanta); Rosario Inguanta, de 29 (ya en prisión); Rosario Zarbo, llamada Saro, (57 y mano derecha de Nicitra); Francesco Inguanta (81, y padre de Francesco y abuelo de Rosario); Giovanni Zarbo (35 y bajo arresto domiciliario); y Antonio Dattolo. En simultáneo, los Carabinieri se han incautado 37 inmuebles, formados con lujosas villas, 33 de ellas en Roma y la provincia y 4 ubicadas en Palma di Montechiaro; 19 empresas (2 restaurantes, 6 salas de juego y apuestas, 3 inmobiliarias y 8 de servicios, en Roma y provincia; además, han dado con 130 cuentas bancarias, 25 vehículos (8 automóviles, 16 motocicletas y un ciclomotor), por valor de unos 15 millones de euros.
Tener el control
Entre unos y otros se habían hecho con el control del mercado de distribución y administración de equipos de juego: máquinas tragaperras, vídeo lotería, juegos de azar on line, apuestas…, con autorización pública y sujetas al control de Aams, con las que Nicitra y los suyos, daban apariencia de legalidad, como cuando utilizó a Jackpot srl y Las Vegas Srl, a través de Euro Games y otras compañías. Al juego se pasó el anciano Nicitra en los 2000, tras una larga experiencia en narcotráfico, ajustes de cuentas, evasión de capitales y lo que es una vida poco ejemplar; porque, la historia personal de El Rey del norte de Roma, como la de otros históricos del crimen traídos a estas crónicas, da para libros, pelis de acción y culebrones de marca italiana.
Todos muertos
Entre los asesinatos que se atribuyen a Nicitra, quizás, el primero, fue el ocurrido en 1983, en el distrito de Primavalle, dentro del hospital psiquiátrico de Aversa (Ospedali Psichiatrici Giudiziari, Italia), donde murió Giampiero Caddeo, como consecuencia de la explosión de la botella de butano, de la estufa que había en su dormitorio; la investigación reveló que, en realidad, el objetivo de El Rey era Roberto Belardinelli (Bebo), que no estaba en el lugar en ese momento. Cinco años más tarde, en noviembre de 1988, varios hombres dispararon a Franco Martinelli, quien resultó herido y Roberto Belardinelli, fallecido días después del ataque, a causa de las heridas de bala, junto a Paolino Angeli, abatido en la escena del tiroteo, situada en Primavalle. La cosa no podía quedar así y, 12 días después de la refriega por ajuste de cuentas, en el mismo barrio, es asesinado Valentino Belardinelli, hermano de Roberto, cuando dos individuos abrieron fuego contra él, en el momento en que se dirigía a su casa, con su prometida Loredana Labrozzi, que estaba embarazada. Los cinco muertos son la punta del iceberg de una guerra que inició Salvatore, para hacerse con el territorio y sus posibilidades; ¿cuántos hubo?; difícil saber la respuesta ante el férreo silencio del hampa.
Chivatos
Más de un lustro después, entre 1994 y 95, la policía obtuvo varias declaraciones de ex colaboradores de Nicitra: Maurizio Abbatino, alias Crispino y Antonio Mancini, Accattone; dos históricos de la banda, ahora en franca rivalidad en los barrios de Primavalle, Casalotti y Montespaccato, desde que Salvatore Nicitra y Eugenio Serafni se convirtieron en los sucesores del clan de los Belardinelli, a base de acabar con todo el que no reconocía su reinado. Parece que, en estas refriegas, el hermano, Francesco y su hijo, Domenico, de 11 años, fueron desaparecidos por sus rivales: les secuestraron y jamás han aparecido; se cree que no están vivos.
Y… mientras tanto
Pues mientras que El Rey del norte de Roma, movía a sus poderosas amistades, durante años (hasta el 19 de junio de 2018), para no ir a la cárcel y cumplir los 13 a los que le penó la Justicia por crímenes y narcotráfico (igual que otros jefes de la banda Magliana, como Marcello Colafigli y Michele Senese, que pasó su condena en asilos judiciales); pues, mientras El Ingeniero se alejaba del narcotráfico y se hacía con el control del juego y las apuestas, sus tentáculos se asentaban en España. Una de las últimas actuaciones de Policía Nacional, data de enero de hace 2 años (2018), cuando detuvieron a Fausto Pellegrinetti, huido de de Italia desde 1993, con tres reclamaciones internacionales de búsqueda por tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Pellegrinetti residía en un ático de lujo, en Alicante, sin más preocupación que sus negocios, mantener el liderazgo y relajarse y disfrutar de esta parte del Mediterráneo. Pellegrinetti había sido detenido en 1992, en Roma, con 1.500 dólares, bajo acusación de mover 550 kilos de cocaína; pero logró escaparse, un año más tarde, durante su arresto domiciliario, decretado en una clínica romana. Hay indicios de que esos 25 años ha estado en el área alicantina, oculto bajo varias identidades, desde donde hizo múltiples viajes a Italia sin ser reconocido ni levantar dudas sobre su honorabilidad o documentación, hasta que se activó su localización, en ese 2018, annus horribilis para los históricos capos, cuando se puso en marcha la operación Jackpot, y los Carabinieri pusieron en la pista y captura del abuelo Pellegrinetti, con una ‘X’ sobre Alicante. Una vez apresado, fue llevado ante el juez que le informó de su extradición inminente, pero Pellegrinetti se negó en rotundo a ser extraditado y volver a Italia, y le manifestó a su señoría que quería permanecer en España. Su deseo no fue escuchado y las leyes se cumplieron.
Tan cierto como increíble
No es de extrañar que a Salvatore le reconozcan como El Rey y menos que él mismo se aferre a esa corona que ratifica a voz en grito; ganada, como otras tantas a lo largo de la Historia, a base de pistoletazos; puede parecer raro que alegar enfermedades le haya salvado siempre de la cárcel (de ahí que le llaman el Jefe de la Invalidez), incluso que los agentes le pidieran colaboración para apresar a sus homólogos; pero, puedes preguntarte ¿cómo ha sobrevivido más de 60 años a otros capos, otras mafias, otras generaciones, y otras fronteras y nacionalidades? Desde luego, los mafiosos de antes están hechos de otra ‘pasta’, porque los datos de hoy apuntan a que las nuevas generaciones, lo poco que han aprendido de sus abuelos, es a manejar las armas. Drones, inhibidores de frecuencias, NNTT, redes, disfraces, cochazos y dolce vita, se intuyen poco eficientes ante los agentes de la Ley, que les pillan a cada paso que dan en falso, por ese ahínco que le ponen a publicitar en sus perfiles los lujos de los que se rodean, tras heredar el imperio de la zona asignada. Si el caso de El Ingeniero, El Rey del norte de Roma… de Salvatore, tiene tantas esquinas como aristas, no se queda corto el del ya casi alicantino, Pellegrinetti. El lector está más que capacitado para hacerse preguntas y llegar a algunas respuestas.
