Desde mediados del pasado mes de abril, la Ertzaintza tenía la sospecha de que un bar de la calle Eusko Gudariak de Abanto se estaba utilizando para traficar con drogas, en virtud de ciertas informaciones en tal sentido. Por ello, ponía en marcha una investigación .
Dicha investigación, permitía a sus responsables confirmar, que en el citado lugar se producían determinados encuentros, entre supuestos clientes del bar y los responsables del mismo, que efectivamente, se estaba utilizando para realizar compra-ventas ilícitas de droga.
Así las cosas, la Ertzaintza ponía en marcha el 27 de mayo un operativo en el citado local. En primer lugar, los ertzainas comprobaban cómo diversas personas se acercaban al camarero, con quien intercambiaban algunas palabras, y a quien entregaban una cantidad de dinero, supuestamente a cambio de una consumición, para que instantes después les hiciera pasar a los baños del bar, donde se encontraban con el propietario, para acto seguido, salir y encaminarse al exterior, abandonando el lugar. Este proceso se repitió varias ocasiones , siempre en presencia de la copropietaria del bar. Además, varias de estas personas, una vez que salían del bar, eran interceptadas por ertzainas participantes en el operativo, comprobando así que se encontraban en posesión de pequeños envoltorios conteniendo un polvo blanco, que según les confirmaban se trataba de cocaína, que acababan de comprar en el bar.
Ante estos hechos, los agentes informaron a los dueños del bar del operativo policial en marcha, procediendo a continuación a registrar a los allí presentes. Así, encontraban en poder del propietario del bar, 3 envoltorios con polvo blanco y más de 1 € en metálico. En poder de la copropietaria del mismo, hallaban otros 2 envoltorios y en poder del camarero, 3 envoltorios y 300 € en metálico. Asimismo, en poder de otros 2 clientes hallaban otros 3 envoltorios más, mientras que a un tercer supuesto cliente, le localizaban un total de 82 envoltorios escondidos en dos paquetes de tabaco, entre su ropa.
Un perro de la Unidad Canina de la Ertzaintza localizaba, escondidos entre dos bidones en la parte trasera del bar, otros 3 envoltorios más.
Por todo ello, los responsables de la investigación procedían a la detención del propietario del bar y de uno de los supuestos clientes, a quien le habían localizado un elevado número de envoltorios preparados para su venta, bajo la acusación de un delito de tráfico de drogas. Además, informaron a la copropietaria del bar y al camarero su cualificación como investigados por el mismo delito.
