La condena de diez años de cárcel es firme, además de otra condena de cinco años de libertad vigilada por cometer un delito de abuso sexual a una menor de 16 años con acceso carnal. La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña le ha impuesto también la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, de su domicilio y de su centro docente, así como comunicarse con ella por cualquier medio durante los próximos 12 años.
El Tribunal considera probado que ha finales de Enero y principios de Febrero de 2017, en el interior de un vehículo estacionado en la zona de Vilaboa (Culleredo), el acusado mantuvo relaciones sexuales con la menor, que tenía 13 años, "pese a que tenía conocimiento de su edad y de que esa circunstancia condicionaba su consentimiento". A partir de las citadas fechas y según los magistrados, mantuvo relaciones sexuales con la víctima de forma continuada, siendo la última en Agosto de 2017.
Los jueces indican en la sentencia de la menor es "convincente", porque aportó "suficientes detalles sobre los hechos" y, además, por estar "corroborada por elementos objetivos, por prueba testifical de cargo y por las propias deficiencias y contradicciones de las declaraciones autoexculpatorias del acusado".
"Pretender alegar que la declaración se produce como represalia por un amor despechado parece un argumento bastante débil porque no se observan trazas de esa emoción en la menor", destaca el tribunal, que también señala que la víctima precisó "que en un primer momento se sintió deslumbrada porque alguien de la edad del acusado se fijase en ella, pero que esa confusión inicial se deshizo al comprobar el móvil sexual que le guiaba y porque la amenazaba para prolongar sus propósitos en el tiempo".
