Jacinto S.M., un anciano de 83 años que en 2015 mató de un disparo al ladrón que asaltó su casa de Tenerife, tendrá que cumplir la condena impuesta por la Justicia de dos años y un día de prisión, acusado de un delito de homicidio. La Audiencia Provincual de Santa Cruz de Tenerife también lo ha condenado a otros dos años por tenencia ilícita de armas. No obstante, no se le aplicará dicha condena si no delinque en los próximos tres años.
La fiscal y la defensa del acusado pidió que se absolviera al hombre porque actuó “en legítima defensa”. La madre del fallecido y su abogada, en cambio, pedían diez años de cárcel. A pesar de haberlo declarado culpable, el jurado popular que condenó a Jacinto pidió la suspensión de la pena o el indulto debido a su edad y al acto en sí, pues quería defenderse. No obstante, ha dejado latente la variedad de posibilidades que tendría el anciano para defenderse, sin necesidad de que lo atacara con un arma y lo matara.
El fallecido se llamaba Jonás C.R. y tenía 26 años. Un menor de edad y él entraron en la vivienda en la residencia tinerfeña de Arafo de Jacinto con caretas y armados. Golpearon a la pareja de ancianos y le exigieron que les dieses todo el dinero que hubiese en la casa. Al simular que iba a sacar el dinero de un armario, el acusado sorprendió a los asaltantes conuna pistola, lanzando tiros al aire y uno, “sin darse cuenta”, en el cuerpo de Jonás. Ahora Jacinto y su familia tendrán que recompensar a su madre con una indemnización de 20 euros.
