José María Pardo, un joven de 19 años, fue detenido y acusado el año pasado de acabar con la vida de Ramón, un anciano de 81 años, el pasado 23 de mayo. El chaval propinó un puñetazo al anciano en un paso de peatones en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz y se dio a la fuga.
Ayer se celebró la primera sesión del juicio. En él, Pardo alegó que el hombre “se cagó en mis muertos” y, acto seguido, le propinó un puñetazo que le hizo perder el equilibrio y caer al suelo, dándose con un bordillo. Según su primera declaración, cinco horas después de la muerte Ramón, el joven declaró que la discusión comenzó cuando el joven casi atropelló al anciano en un paso de cebra, ya que iba a una velocidad excesiva para la vía en la que iba. El anciano le recriminó tal acto, llamándole “gitano de mierda”, insulto que enfadó al joven.
El individuo cambió su versión durante la sesión: iba rápido porque su madre se encontraba en mal estado. El joven se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel por un delito de homicidio doloso. La familia del hombre asesinado quiere que cumpla 22 años, alegando el abuso de autoridad que Pardo tenía frente a Ramón, que iba con bastón y sufría alzheimer.
