Masaje con serpiente un nuevo método de relajación. Considerado por algunas personas como un spa y otros una clínica de fisioterapia donde el cliente se tumba sobre una camilla y posteriormente se le colocan sobre su cuerpo 4 pitones que llegan a pesar alrededor de unos 250 kilos cada una. Principalmente, se le a la persona interesada sobre cara, espalda y pecho.
No obstante, la cantidad de reptiles varía considerablemente dependiendo del país. En esta línea, Tailandia donde tuvo sus inicios esta práctica, para aportar al cliente una seguridad se le coloca cinta aislante a la serpiente alrededor de la boca. De esta manera se le impide al reptil poder abrir en su totalidad la mandíbula. Asimismo, el tiempo tiene una variedad de duración en el tiempo. En esta línea, en el país asiático el masaje tiene una duración de una hora y solo se llevan a cabo la realización de cuatro sesiones diarias con las serpientes para que no sufran de estrés y en todo momento están bajo la supervisión por personal de la clínica y tiene un coste de 10 dólares. Mientras, en Israel se observa que el reptil empleado en las diferentes clínicas puede variar, desconociéndose que otro ejemplar de serpiente utilizan, ya que algunas fuentes afirman la utilización de pitones albinas. En cuanto a la duración es de media hora, por sesión, aunque puede sufrir variaciones en el caso de que el animal empiece a sentirse estresado o muestre indicios de posible ataque. Asimismo, el coste es de unos 80 dólares.
En esta línea, otro de los países que llevan a cabo esta práctica es Filipinas y donde se utilizan 4 pitones por cada uno de los pacientes con la única seguridad de que hayan sido alimentadas previo a la sesión “Se alimentan a las serpientes con 10 pollos antes del masaje”, afirman los cuidadores. Porque, de esta manera disminuyen los riesgos de posibles agresiones, provocando un proceso de tranquilidad y menos estresante. Además, en este caso las personas no deben soplar en la cara de la serpiente, y de ningún modo deben gritar, pues el reptil interpreta estos actos como símbolo de una presa o depredador, y el masaje podría concluir en cualquier desgracia, menos en una situación dé relajación.
En esta línea, expertos recuerdan que no se debe de olvidar que al igual que algunos seres humanos pueden no sentirse bien alimentadas y perfectamente llegan a comerse a una persona como se tiene constancia de casos de niños muertos por asfixia o devorar un cocodrilo después de una larga batalla.
Sin embargo, ante este auge como en todo aquello que engloba al ámbito animal, ya han brotado voces disonantes como la de Jason Baker, vicepresidente senior de Personas por el Trato Ético de los Animales, que declaró al medio de comunicación "The New York Post" que "las serpientes son seres vivos sensibles que experimentan miedo y estrés y que es posible que no muestren miedo e incomodidad de la manera obvia que lo hacen las especies de sangre caliente: no gimen, aúllan ni se estremecen como lo haría un perro o un ratón, pero el manejo constante sí les causa estrés". Además, atendiendo al rápido auge de estas masajistas sin titulaciones, los expertos señalan que el riesgo para el paciente e incluso la persona que las maneja puede ser peligroso.
Asimismo, Los precios de estas sesiones comienzan a ser muy costosas; debido al gran interés que está causando de carácter internacional.