Harvey Weinstein, productor de Hollywood recientemente acusado de abuso sexual por más de una docena de artistas, es la punta del iceberg de una red de acoso sexual que viven las mujeres en el mundo de las artes.
La última en denunciar un caso similar ha sido Kaya Jones, ex integrante de la banda musical norteamericana Pussycat Dolls, en una serie de mensajes a través de su cuenta de Twitter en los que llega a asegurar que el grupo de chicas funcionaba como una “red de prostitución”.
Más de 166 seguidores han sido testigos del testimonio de la cantante de 33 años, en el que cuenta que entre mánagers y ejecutivos se aprovecharon de ellas, que en aquel momento eran muy jóvenes y soñaban con alcanzar la fama. Se sintió usada. A cambio de hacer sus sueños realidad, algunos jefes las obligaban a acostarse con hombres. La artista asegura que esta situación, además de traumática, fue su motivo para dejar la agrupación tres años después.
I hope more women & men come out & share their abuse & pain. We must shine a light on this issue in the entertainment business
— KAYA (@KayaJones) 15 de octubre de 2017
Wueistein, el superproductor de Hollywood, que suma seis Oscar a la mejor película, es el protagonista del último gran escándalo sexual de la ciudad del cine. The New York Times publicó un reportaje demoledor en el que narraba la conducta deplorable de Weinstein con actrices y subordinadas durante casi tres décadas. “Quiero una segunda oportunidad en la comunidad, pero sé que tengo que trabajar y ganármela”, apuntó el productor de ‘Pulp Fiction’, que reconoció que lleva tratando de corregir su forma de actuar desde hace diez años con terapia.
ABUSO EN EL HOTEL
El diario norteamericano expone que hace 20 años Weistein invitó a la actriz Ashley Judd al Hotel Peninsula, en Beverly Hills (California), a lo cual la interprete creía que sería una reunión de negocios. Ya en la habitación, donde fue dirigida, se encontró con el productor vestido únicamente con una bata y le preguntó si quería un masaje en el cuello o si prefería verle mientras se duchaba.
En 2014 Weistein le hizo una invitación a Emely Nestor para el mismo hotel que Judd. Le dijo que si aceptaba sus pretensiones sexuales avanzaría en su carrera. Un año después, una asistenta del mismo hotel recibió la orden de dar un masaje al productor mientras se encontraba totalmente desnudo, lo que dejó a la mujer “llorando y desconsolada”, cuenta el periódico.
Historias que se remontan a más de dos décadas de antigüedad. Angelina Jolie, Ghineth Paltrow, Mila Sorbino, Jessica Alba o Uma Thurman son algunas de las caras más conocidas de este incesante escándalo. Incluso ha salpicado a la esfera política: Weinstein ha donado enormes cantidades a la campaña de Hillary Clinton y ha hablado sin descanso en apoyo de todas las causas del partido demócrata. Por su parte, en España Penélope Cruz o Pedro Almodóvar no han tenido acusaciones al respecto, pero mantenían relación con el círculo artístico de Hollywood.
#MeToo cuando JOVENES ACTORES HOMBRES denunciaron abuso y pedofilia en HOLLYWOOD nadie les hizo caso.
— ElChico DelParaguas (@parapioggia) 16 de octubre de 2017
Además, tiempo atrás Elijah Wood había denunciado los crecientes abusos sexuales a menores existente dentro de la industria del cine. A las duras palabras del protagonista de ‘El señor de los anillos’ le precedieron otras de actores como Corey Feldman. El protagonista de ‘Los Goonies’ o ‘Cuenta conmigo’ reveló en un libro el nombre de dos individuos de Hollywood que abusaron de él cuando era menor.
[Sumario]
Por su parte, recientemente el actor estadounidense Mark Salling, conocido por su papel como Noah “Puck” Puckerman en la serie musical ‘Glee’, se declaró culpable de posesión de pornografía infantil. Afrontará una pena de cárcel de entre cuatro y siete años, según informó el medio especializado The Hollywood Reporter.
HASTAG #METOO
Todo el escándalo que ahora ha salido a la parrilla informativa y que llevaba tiempo al fuego ha terminado en una movilización mundial. Hombres y mujeres de muchos países denunciaron este lunes en las redes sociales haber sufrido abuso o acoso sexual. Al menos 200 personas han compartido en menos de 24 horas el mensaje #MeToo (“Yo también”), afirmando haber sido víctimas de acoso.
La campaña en las redes ha ardido como la pólvora en cuestión de horas, desde que empezó cuando la actriz Alyssa Milano animó a sus más de tres millones de seguidores a responder y compartir el mensaje que le había enviado una amiga anónima. “Si todas las mujeres que han sido abusadas o acosadas sexualmente escribieran “Yo también” en sus perfiles, quizás podamos transmitir la magnitud del problema”, decía el texto. Desde Lady Gaga hasta actores homosexuales. Muchos han sido los que han contado sus experiencias. En Francia se viralizó la frase “Delata a tu cerdo”, pero es en todo el mundo.
Pese a que es imposible saber si todas las personas que publicaron el mensaje han sido víctimas de acoso, la viralidad de la iniciativa online revela la envergadura del problema. Pero también habrá personas que, según la escritora Alexis Benveniste, pueden haber sido víctimas de tales comportamientos, pero prefieren no contarlo.
De momento, a la espera de que la Justicia se pronuncie, el hashtag ha provocado una discusión social en la meca del cine. Entre periodistas, políticos y personas del mundo del entretenimiento existe un duelo sobre las consecuencias de la imagen que proyecta la cultura heteropatriarcal, que condiciona las relaciones humanas en todo el mundo.
