El presidente chino, Xi Jinping, anunció ayer una nueva era de apertura comercial en el país asiático. A pesar de ello, se mostró preocupado por lo que a su juicio puede resultar en una “vuelta a la mentalidad de la Guerra Fría”. Advirtió de que focalizarse en los intereses de uno mismo no lleva a ninguna parte, por lo que solo adhiriéndose al desarrollo pacífico y trabajando juntos se lograrán resultados positivos.
Jinping se comprometió a mantenerse en contra de aquellos que quieren imponer barreras al comercio mundial. Pretende reflejar con hechos sus palabras, por lo que su primera medida será facilitar la entrada de agentes externos al mercado financiero chino.
Además, ha tratado de mostrar que el proteccionismo y aislamiento de Trump ha hecho dar un paso atrás a Estado Unidos, mientras que China se ha beneficiado de su positiva predisposición a la globalización, creciendo cada año sus exportaciones.
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“Debemos respetar el interés central y las principales preocupaciones de cada uno y seguir un nuevo enfoque en las relaciones de Estado a Estado”. Estas declaraciones llegan tras un enfrentamiento entre ambos países. Estados Unidos acusó al Gobierno chino de prácticas comerciales desleales. Esto desencadenó la creación por parte de Trump de aranceles a los productos chinos, y la inmediata respuesta de China haciendo lo propio con las importaciones de Estados Unidos.
