Los padres del pequeño Gabriel Cruz, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, han tenido que comparecer ante el juez Rafael Soriano, el letrado al frente del caso Nemo. En él se condenará a Ana Julia Quezada, la expareja del padre, por asesinar al niño.
“Hoy sin duda es uno de los días mas duros a los que nos vamos a enfrentar”, confesaban en un comunicado de mano de sus portavoces a los medios de comunicación. Dicen que, al pensar en Gabriel, sonríen porque es lo que él querría.
En el juicio han declarado como testigos para concretar cómo pudo morir, violentamente, su hijo a manos de Ana Julia. Su turno llegaba a mediodía. El caso se encuentra bajo secreto de sumario. Además, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha aclarado que nadie se ha presentado como acusación particular. El juez acusa a la dominicana de un delito de detención ilegal, de asesinato y un último contra la integridad moral. En el acta de detención, Soriano tachó de indudable la actuación de Quezada y, además, “se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen”.
También transmitían dicho mensaje en Twitter con un collage en el que introducían varias fotos de Gabriel, entre ellas una en la playa y otra de la pasada Navidad:
2. Así que os mando una foto que hicimos juntos para felicitar la navidad y que espero en el día de hoy os pueda aliviar el dolor tanto como a nosotros.#TodosSomosGabriel pic.twitter.com/O8yGwyPqpd
— TodosSomosGabriel (@TodosSomosGabri) 22 de marzo de 2018
Las redes han apoyado multitudinariamente a la familia del pequeño con mensajes de afecto y cariño.
El pequeño Gabriel desaparecía el pasado 27 de febrero en Níjar, en Almería. Horas después, era asesinado por la expareja de su padre, Ana Julia Quezada. 12 días de búsqueda tuvieron que pasar para que, el pasado 11 de marzo, fuera hallado en el maletero de Ana, semidesnudo y tapado con una manta. La autopsia reveló que el niño murió sofocado con un golpe en la cabeza.