La Audiencia Nacional condenaba al rapero Pablo Hasél a dos años y un día de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro por injurias a la Corona y otras instituciones. La Justicia se apoyaba en unos mensajes que publicó en Twitter, donde se mostraba a favor de ETA y GRAPO, aparte de por una canción contra el Rey Juan Carlos, al que califica de “borracho tierno” y “basura mafiosa”. Los jueces explican que los comentarios fueron un riesgo para terceros y para el sistema de libertades, ya que “busca incitar a que se apoye y ayude a los que cometen actos de terrorismo”.
Según el tribunal, el rapero habría sobrepasado la crítica hacia la institución, imputando a la Monarquía de “delitos inexistentes, como asesinato, robo, connivencia con golpe de Estado e incluso se llega a amenazar a Don Felipe y a la Monarquía, con el desahucio o la toma de su palacio, evidentemente de forma violenta”.
La canción de la discordia, a continuación:
No es la primera vez que es condenado por delitos similares: hace meses ya salió la sentencia en el que se le condenaba a casi tres años de cárcel por lo que, si llegase a entrar en prisión, permanecería unos cinco años entre rejas.
