Puigdemont se muda. Mientras que su futuro pende de un hilo, el líder de JxCAT ha decidido alejarse de la capital europea para residir en un municipio a 20 kilómetros de Bruselas, llamado Waterloo. La casa elegida es una mansión de 550 metros cuadrados que cuenta con seis habitaciones, tres cuartos de baño ,cocina, garaje para cuatro vehículos…
Después de residir en varios hoteles de la capital de Bélgica, Puigdemont residió a las afueras de Amberes, en la residencia de un flamenco a favor del independentismo. La nueva casa del expresidente de la Generalitat es nueva, cuyo valor ronda en torno a los 4.400 euros al mes. El encargado de realizar las gestiones habría sido Joseph María Matamala, el anfitrión de Puigdemont desde su huida de España el pasado octubre.
El pueblo de Waterloo es famoso por la batalla final del ejército de Napoleón Bonaparte, provocando su destierro definitivo.
Puigdemont no se ha pronunciado sobre la noticia. Durante el primer día de febrero se caracterizó por un mutismo poco habitual, provocado por el intercambio de mensajes entre el ex conceder Toni Comín y él, donde decía que “la República Catalana tiene los días contados”.
