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El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, recobró este fin de semana el control de Podemos Andalucía tras cinco años en manos de Teresa Rodríguez, que hasta hace unos meses presentó un discurso muy crítico con las actuaciones del líder del que fuera su partido.
La diputada del partido por Córdoba en el Congreso, Martina Velarde, se alzón con la coordinación general de Podemos Andalucía con el 72,8% de los votos (5.573 votos), frente a María Jesús Castaño, con el 12,2% (931 votos) y Miguel Aguilera, con el 8,4% (635 votos). Es llamativa la escasa participación en estas primarias: Podemos Andalucía cuenta con 84.213 inscritos, de los cuales han participa casi 8. Cuando Rodríguez se alzó con el liderazgo del partido en Andalucía, en 2016, participaron más de 17.500 inscritos.
Podemos Andalucía pasa un momento complicado: tiene una dirección vaciada de instituciones, sin representaación parlamentaria y con una competencia electoral feroz. Adelante Andalucía podría abarcar parte de los votos de la izquierda autonómica gracias al carisma de su líder y a su experiencia en el Parlamento de Andalucía (tiene 17 escaños).
Iglesias lo afronta con optimismo
El nombramiento de Velarde, miembro del Consejo Ciudadano Estatal (CEE), órgano director del partido, ha supuesto un balón de oxígeno para el vicepresidente segundo del Gobierno. Iglesias piensa que es una oportunidad muy buena para mejorar sus resultados electorales en una de las comunidades autónomas más pobladas del país.
Además, la salida de Rodríguez supone apagar otro foco en el partido. En la actualidad, pocas son las voces que se alzan frente a la actuación de los dos miembros del Gobierno.
