El asesino de la madrileña Diana Quer acudió ayer, escoltado por varios cuerpos de seguridad, a los diferentes lugares donde pudo acacbar con la vida de la joven. En la nueva versión que concedió en la reconstrucción de los hechos, El Chicle construyó un relato con el que pretendió que no se le pueda condenar por violar a la joven, de 18 años cuando acabó con su vida.
La Fiscalía y la acusación particular defienden la hipótesis de que El Chicle agredió sexualmente a Diana antes de acabar con su vida. En la primera parte de la reconstrucción, en A Pobra do Caramiñal, José Enrique Abuín estuvo explicando cómo concoció a la joven mientras que él robaba gasoil de los camiones de la feria de la localidad. Según su último testimonio, conoció a la joven en un callejón poco transitado y estrecho, algo que ha descuadrado a los investigadores. Tras un forcejeo inicial que acabó en un estrangulamiento "accidental", el asesino introdujo a Diana en su coche. Mientras tanto, El Chicle escenificaba lo sucedido con un maniquí que simulaba el cuerpo de la joven.
Abuín salió del pueblo tras atar el cuerpo de Diana con unas bridas y lo llevó a la nave de Asados, a escasos metros del domicilio de sus padres. Fue allí donde ocultó el cadáver, en un pozo de ocho metros de profundidad.
La nueva reconstrucción duró cinco horas. El Chicle se mostró muy tenso y nervioso en gran parte de la mañana, a tenor de sus gestos y movimientos.Incluso llegó a encararse con el instructor del caso. El detenido fue trasladado, a eso de las 16.00 horas, a la prisión de Alama, donde reside desde que pidió el cambio de cárcel por su seguridad, apenas unos días después de haber sido detenido. El abogado de la familia, Ricardo Pérez Lama, ha asegurado que no se cree la versión y que "no coinciden con la realidad".
