Pasado el luto por la muerte del astro argentino, ahora el objetivo de la justicia es reconstruir cómo fueron los últimos días de Diego Armando Maradona y la actitud de las personas de su entorno para averiguar si se pudo hacer algo más para evitar su fallecimiento. Se sospecha que existió negligencia médica y, por tanto, un posible delito de homicidio culposo. Las primeras investigaciones han llegado a la conclusión de que no estaban cubiertas todas las necesidades que presentaba el ex futbolista y ex entrenador, un paciente de enorme fragilidad. Faltaban enfermeros y ambulancias. De momento, el doctor Leopoldo Luque, médico personal de 'El Pelusa', ya ha sido imputado en la causa, que lleva la Fiscalía de San Isidro (Buenos Aires). El juez tomó la decisión tras la declaración de las tres hijas de Maradona: Dalma, Gianinna y Jana, que señalan a Luque como principal responsable de la falta de cuidados de su padre en las últimas semanas, según informa el diario Marca.
Mientras, en las últimas horas se han filtrado los mensajes del grupo de WhatsApp a través del cual se comunicaban la familia y los médicos más cercanos a Diego Armando. Además de sus hijas, participaban en él su hijo Diego Junior, la psiquiatra Agustina Cosachov, encargada de seguir la evolución del campeón mundial en México 86, y su psicólogo, Carlos Díaz. Una de las conversaciones se produjo tras celebrarse una reunión telemática por Zoom en la que se plantearon todas las necesidades y cuidados que requería Maradona. En el grupo, se puede leer cómo entre todos ponen encima de la mesa la posibilidad de contratar un nuevo médico, en este caso clínico, ya que el tal Leopoldo Luque es neurocirujano, algo que no convencía a Dalma, tal y como se ve en las capturas, publicadas por el portal Infobae.
"Luque es un neurocirujano, y de lo que estamos hablando es de un médico clínico de cabecera", comenta Dalma. Por su parte, la psiquiatra Cosachov les ofrece ayuda para conseguir un doctor, mientras que Gianinna comenta que va a "investigar". La conversación finaliza con un mensaje del psicológo Carlos Díaz en el que asegura que Diego Armando Maradona está "muy bien" y que solo "reclama más privacidad". La Fiscalía sospecha que el mito del balompié no fue dado de alta por la Clínica Olivos tras ser intervenido de un hematoma subdural en la cabeza a primeros de noviembre. Al parecer, alguien insistió en trasladarlo a su domicilio de Tigre (Buenos Aires), supuestamente bien acondicionado para el tratamiento, pese al criterio de los médicos. El entorno del '10' señala directamente a Luque. La psiquiatra, encargada del cóctel de medicamentos que tomaba Maradona y una de las personas que se encontraban en la casa en el momento del fallecimiento, también podría ser imputada.
La leyenda argentina sufrió la mencionada dolencia en el cerebro después de "un traumatismo" generado por un golpe que se pudo haber producido "hace un mes o cinco años", según explicaron tras la operación fuentes cercanas a la estrella al diario Clarín. "Diego reaccionó muy bien, está despierto. Está todo muy bien. Diego está controlado, tiene un drenaje que le vamos a retirar mañana, pero salió todo muy bien", aseguró en rueda de prensa Leopoldo Luque después de la cirugía. Unas horas antes, había pedido estar "tranquilos". "Esta no es una situación de emergencia. Diego está bien, pero puede estar mejor", declaró. Apenas unos días después de estas manifestaciones, el pasado 25 de noviembre, Maradona moría a los 60 años de una parada cardiorrespiratoria, dejando a Argentina sumida en el más profundo duelo.
